miércoles, mayo 2

Despierta al sueño

Entran por la boca entreabierta, en la noche. Como en un suspiro al revés se deslizan entre montañas óseas y valles húmedos e inquietos y suben, haciéndonos despertar al sueño. Porque el sueño despierta y nosotros también, en el mismo sueño. Como un ente con vida propia, se despereza de forma lánguida y bosteza largamente sacudiéndose las manos y agitando los dedos a punto de conjurar un hechizo, dedos que acarician al subconsciente en la frente y la mejilla y depositan un beso llave en ambos párpados cerrados para abrirlos. Él sonríe y asiente. El cóctel de recuerdos, deseos, miedos y añoranzas se derrama como un mar pequeño, de oleaje vivaz y luchador que se resiste a toda forma y recipiente.
Las herramientas brillan junto al fuego. Unos tejen, enganchando las olas con hebras de magia trenzando un tapiz que ondea al viento sin pizca de aire. Otros dibujan el mar con colores que navegan solos sin necesidad de velas. Algunos moldean el agua con manos rápidas, que ríe en silencio por las cosquillas, y los últimos cascan las gotas y baten la espuma hasta dejar las palabras a punto de nieve para confeccionar secretos dodecaedros de caras espejadas.
Con la luz del sol, escapan por la boca entreabierta. 

[Imagen por Tooga]

2 comentarios:

Simon_Lagann dijo...

Me alegra que hayas vuelto a escribir

Mauricio Chinchilla dijo...

Como siempre me sorprendes.
Me encanta leer tu blog, es inspirador.