viernes, agosto 26

Deseos obligados

- Dejadme en paz.- suplicó, con voz ya débil y cansada.- Estoy harta de mirar.
Pero dos dedos, dos por cada mano, le sujetaban los párpados impidiéndole cerrar los ojos. La chica se revolvió con un chillido de angustia y movió sus propios brazos para liberarse. Otra mano, sin embargo, le agarró las muñecas con fuerza, inmovilizándola, cortándole la circulación.
- Que no...
Una mano le tapó la boca, y ni siquiera se apartó cuando ella la mordió, histérica. Otra le dio un bofetón, callando sus sollozos por unos segundos, antes de que otra más le tirara del pelo sin miramientos para obligarla a contemplar el cielo.
Un escalofrío, como una descarga eléctrica, la recorrió de punta a punta cuando vio las estrellas fugaces surcando la noche por encima de ella. No eran bonitas, sino terroríficas. Sus cuerpos enormes brillaban con rabia, sus colas arañaban el cielo, sangrándolo, sus canciones chispeantes le hacían daño en los oídos. Su fulgor se le metía en el cuerpo, haciendo tic-tac, amenazando con explotarle dentro de un momento a otro.  La mano que le tapaba la boca le metió un dedo entre los dientes, forzando a su lengua a jugar con él, para luego sacarlo a través de sus labios y limpiarse la saliva en su mejilla. A pesar de que tres pares de brazos le rodeaban el cuerpo, era incapaz de no tiritar.
Intentó llevarse sus propias manos a las orejas para tapárselas, pero otra se las retorció a la espalda, haciéndola gritar. El silbido rasgueante del cometa partiendo el cielo en dos chirrió como una tiza sobre la pizarra, acompañado de una creciente avalancha de chillidos agónicos.
Una mano más le rodeó la garganta con dedos fuertes y nudosos, apretándola y ahogándole la poca rebeldía que le quedaba.

[Imagen por Einlee]

2 comentarios:

Anaid Sobel dijo...

Ha sido una de las entradas más intensas y terroricas que te haya visto escribir, dis mío, estoy temblando.
En serio.
TEM-BLAN-DO

InfusiónDeLotoNegro dijo...

Coincido completamente con Anaid, si en la anterior entrada te dije que parecía haberlo escrito el mismísimo Lovecraft y su terror cósmico, para este se texto se me agotan los escritores para usarlos a modo de comparación.

Me ha encantado, sinceramente compañera. Lo estas bordando…