lunes, febrero 21

Confesión ajena 2

La luz juega entre las cortinas, bailando con las motas de polvo y arremolinándose en diminutos torbellinos desbocados al son de la música invisible cuyo percusionista principal es el latido de mi corazón. Le doy la bienvenida a la primavera ofreciendo mi cuerpo como tributo al sol, que me muerde y besa la piel filtrando su calor a través de mis poros, atravesándome y transformándome en un recipiente de energía, despojándome por un momento de mi humanidad y convirtiéndome en un eslabón más de esta cadena de elementos fortuitos y accidentales que conforma nuestro misterioso universo.
No te muevas ni un milímetro, no apartes tu mano de encima de mis ojos. Ahora mismo somos como dos hercúleos titanes guardianes del movimiento rotatorio del planeta, en cuyos hombros reposa el equilibrio del mundo y los millares de espíritus que lo pueblan. Respira despacio y tan silenciosamente como seas capaz, para no despertarlos.
Desabróchame la camisa con cuidado de no tocarme, porque te puedes quemar.
Y dame un beso para que pueda compartir contigo la luz que inunda mi alma.

[Imagen por Peony Pepper]

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Me gusta" (Ya que no hay botón como en el face xd)
Muy chula la imagen y el texto. ^^

bixitoluminoso dijo...

que intimo y bonito

Michelle dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anaid Sobel dijo...

Oh dios mío, nadie puede ser erótica con tanta elegancia como tú, me has dejado anonadada perdida.

Un beso ENORMÉRRIMO