martes, diciembre 7

Perfumería de sentimientos

Alucino al darme cuenta de cómo los sentimientos se adhieren, se imprimen, en los olores.
Y al olerlos es como se leyéramos un catálogo o viéramos una película de tiempos pasados, que nos informa de cuándo, dónde y porqué nos sentíamos de una forma determinada. En cierto modo es... como viajar hacia atrás.
El aroma salino del mar me empezó a gustar todavía más después de dejar de veranear en la playa, precisamente por recordarme aquellas vacaciones en familia cuando era pequeña, con especial cariño y nostalgia.
El olor del queroseno me desagradaba y ahora, sin embargo, es uno de mis preferidos porque lo relaciono estrechamente con la Navidad debido a la estufa que ponemos siempre en el pasillo para caldear la casa en esas fechas.
Una fragancia que me encantaba antes es la que desprenden algunos árboles cuando empiezan a florecer en primavera. Lástima que dejara de gustarme por culpa de un exnovio que tuve que no paraba de repetir que a él le repugnaba el olor.
El aire primaveral, al contrario que a la mayoría de la gente, me pone triste: devuelve a aquellos días insoportables en que uno de mis mejores se quedó en coma y en los que el miedo y la tristeza desayunaban conmigo cada mañana.
El perfume otoñal, húmedo, suave y un tanto dulce, me hace pensar en el amor. Fue en otoño cuando me enamoré por primera vez... y a pesar de los malos ratos, peores consecuencias y pésimos rencores que me trajo aquella relación... cuando lo detecto se me dibuja una sonrisa involuntaria en la cara y echo de menos cómo me sentía en aquellos días.
Por eso hoy me he quedado muerta de frío junto a la ventana.
Olía deliciosamente a romanticismo, felicidad y primeros besos sin ningún miedo.

4 comentarios:

Raquel Begué dijo...

Estoy totalmente de acuerdo, creo que a veces no le damos la suficiente importancia a los diferentes olores, vamos tan metidos en nuestras cosas que ni nos fijamos, pero a mi personalmente es algo me encanta (como por ejemplo el olor a tierra mojada).

Besos :)

Unknown dijo...

El olor a tierra mojada, chimenea, carne a la brasa... tantos recuerdos y tantas cosas nuevas por descubrir ^^

Anaid Sobel dijo...

Los olores son un catálogo clasificado y personal de cada momento de nuestras vidas.
No me preguntes, pero tu texto me ha recordado al Perfume, pero muchísimo mas dulce y con sabor a besos tímidos y a lluvia de octubre.


Un beso, y un millón, querida

Anónimo dijo...
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