domingo, abril 19

La Rendición de Granada

Bueno, este es el relato que he escrito para mi clase de Creative Writing, el del hecho histórico contado desde otro punto de vista.
La idea que finalmente escogí trata de cuando Boabdil, el último emir árabe del Reino de Granada, pierde la guerra contra los cristianos y se ve obligado a entregar las llaves de Granada a los Reyes Católicos. Lo he escrito desde la perspectiva de su madre, Aixa. Utilizo los nombres árabes, así que Abu es Boabdil, para evitar confusiones.
Espero que os guste.

Aixa se había prometido a sí misma no mirar hacia atrás, pero lo que tenía delante de ella no era mucho menos doloroso. No sólo estaba dejando atrás su hogar, sus propiedades, la tierra que había amado y que había tratado de proteger de sus enemigos, sino también su orgullo y todos sus ideales; sentía como si todo su esfuerzo, como si las lágrimas, el sudor y sangre que había derramado hubiera sido todo en vano. La rabia la ahogaba, y maldijo haber nacido mujer. No pudo evitar pensar que de haber sido un hombre, aquello no estaría sucediendo.

Vio nuevamente aquella escena, detrás de sus párpados cerrados. El inmenso ejército cristiano encabezado por aquellos reyes, los guardianes de la fe, detenidos junto al Alcázar del Genil. Aixa sonrió amargamente. El suntuoso y rico vestido de la Reina Isabel, así como su capa, con bordados en plata y oro, la habían hecho sentirse inferior y sin ningún tipo de valor. Vio las llaves de la ciudad, las llaves de Granada, en posesión del Rey Fernando. Advirtió la expresión de triunfo en cada una de las caras del ejército enemigo y la deshonra dibujada en las de sus propios caballeros. Recordó el intenso deseo que había sentido de abofetear a su hijo cuando éste intentó besar la mano del Rey. ¡Gesto que él rechazó! Fernando había humillado más a Abu de lo que se había humillado él mismo.

¿Por qué había tenido que dar a luz a un hombre tan inútil? Ella le había abierto el camino al trono, le había animado a oponerse a su padre, le había ofrecido consejos de guerra y había negociado su liberación cuando los cristianos lo capturaron en Lucena. Y aún así, él había tratado de besar la mano del Rey... Abu pensaba que había hecho suficiente al conseguir mantener sus territorios en las Alpujarras, y se repetía esas palabras para intentar estar en paz consigo mismo. Pero eso no era nada, ellos habían perdido la guerra y lo único que habían recibido a cambio era el exilio. ¡Se merecía sufrir por sus errores! Granada, su reino, estaba ahora atrás, remoto e imposible.

Aixa miró a su hijo. Iba vestido de negro, como si guardara luto por la pérdida de su hombría, y un largo pañuelo blanco anudado a la silla de montar. Su esposa, Morayma, cabalgaba silenciosamente a su lado. Aixa podía escuchar sus sollozos a pesar de no poder verle los ojos, ocultos tras un velo azul. Ella misma no había llevado su velo aquella mañana; quería mirar directamente a los ojos a los Reyes cristianos. Su boca debía permanecer cerrada pero aún así podía mostrar a sus enemigos el profundo desprecio y ultraje que sentía.

El sol se abrió paso a través de las nubes y golpeó la cara de Abu, iluminando una brillante lágrima que corría a través de su piel tostada. La quemazón que le ardió en la garganta le hizo daño y apretó los puños. No pudo contenerse y dijo:

"No llores como mujer lo que no has sabido defender como hombre."

Abu rechinó los dientes al mirar a su madre. Aixa se sintió un tanto aliviada al comprobar que al menos a su hijo aún le quedaba orgullo suficiente como para sentirse herido por sus palabras. El último emir del Reino de Granada limpió aquella lágrima de su mejilla e intentó mantener la barbilla erguida.

5 comentarios:

Shadow dijo...

Me gusta. Mucho.
Aunque reconozco que en estos momentos estoy de parte de los Reyes Católicos (es lo que tiene dar la historia desde el punto de vista español xD), lo cierto es que da un poco de penilla la familia expulsada de su tierra.
Desde luego es una fantástica idea, aunque se me ha echo un pelín corto (¿en serio tiene 3500 palabras?).
Un beso
Carlos

Energeia dijo...

No, no tiene 3500 palabras, tiene 500 y pico. Porque no es el ejercicio final que tengo que escribir para la asignatura :P El otro todavía no sé ni de qué lo voy a hacer xD
Me alegro de que te haya gustado ^^

Anaid Sobel dijo...

¡Es fantástico!
Daría lo que fuera porque en los libros de historia vinieran como los de biología en "anatomía comparada" así podríamos ver la realidad desde todos los ángulos y no desde el que nos quieren obligar.

De verda, me encanta.


Mil besos grises*

Amalia J. Catena dijo...

Si es verdad, resulta corta y tan, tan interesante.......
Aunque sea por gusto, échale un ratico más, que nos tienes a todos intrigados y con la baba caía, hija
Je, je...
Bezzzzozzzz de tus dos admiradores (3 si contamos a kiko, que está encima del teclao) incondicionales

gabeiras dijo...

Está muy bien!! ^^
Además trata un tema bastante interesante. Y como dice Anaid no está de mal tener diferentes puntos de vista.