lunes, noviembre 12

Cicatrices invisibles

- La primera vez que lo hice tenía seis años.- la voz de la muchacha resonaba en las paredes desnudas. Se remangó la manga de la camisa hasta el codo y señaló una pequeña cicatriz.- Fue un arrebato, ni siquiera lo pensé. Mi madre había muerto. Una semana después, mi padre me dijo que debía evitar llorar fuera de casa y yo le obedecí aguantándome las lágrimas en el colegio. Mis profesoras me sonreían y me decían que era una niña valiente y fuerte que ya no estaba triste porque su mamá se había ido el cielo, y yo llegaba todos los días a mi casa deseosa de dar rienda al llanto con una mezcla de alivio y rabia. Un día, sin pensarlo, enfadada y ahogada en la pena, decidí que no era justo y me hice este corte para que la gente supiera que aunque yo no estuviera llorando, nunca dejaría de estar triste por aquello. Y a partir de ahí, empezó a convertirse en algo consciente. Yo, sin embargo, prefiero llamarlo "coherente". No lo hago por masoquismo, ni porque me guste mutilar mi propio cuerpo, pero pienso que hay una correspondencia entre las heridas del alma y el corazón y las heridas físicas. A menudo sufrimos, pero si sonreímos de forma convincente somos capaces de engañar a cualquiera, y cualquiera se deja engañar con facilidad. Las personas son más felices de esa manera.
Su interlocutor asintió de manera neutral mientras el ayudante que se sentaba a su derecha escribía rápidamente en una libreta.
- Entonces, ¿lo considera correcto?
- No entra en mis planes crear una secta ni una filosofía de vida, pero sí, para mí es algo correcto. Ustedes piensan que estoy loca y yo simplemente lo hago para demostrarle al mundo quien soy en realidad. Tengo un criterio, obviamente, y no voy por ahí rajándome por nimiedades. Me limito a reflejar en mi piel aquellas heridas que me han dejado una marca indeleble, para siempre. Y no las escondo. He conocido a tíos que al verme desnuda han dicho "tía, que morbo das". O bien porque les va el sexo masoquista en demasía o bien porque han pensado que si me he castigado de esta manera es porque he tenido que hacer cosas muy malas, y eso les ha puesto cachondos. He visto a gente que me mira con asco, cuando seguramente ellos mismos por dentro tienen el alma podrida por un dolor del que jamás podrán liberarse. ¿Y luego soy yo la que está mal de la cabeza?

[Imagen por Dream-traveler]

2 comentarios:

Anaid Sobel dijo...

Joder, cariño mío, ¿cómo puedes ser tan jodidamente buena?
En serio, la he entendido, la he comprendido, y todo porque transmites de una forma...
dios, que buena eres
apuff



muchos muchos muchos besos grises,amiga mía

Shadow dijo...

Exteriorizar las heridas del alma en forma de heridas físicas... Es una idea extraña, pero es verdad que suena coherente. Por otra parte, ¿cómo se atreve un padre a decirle a su hija que no llore por la muerte de su madre?
No sé cómo lo haces, pero consigues transformar las ideas más grotescas y desagradables en puro arte. Mira que les tengo manía a las cicatrices (cosas de tener una, consiguen que las odies xD), y aún así has hecho que me estremezca. Eso sí que tiene mérito, además de dar un poco de envidia. De la mala, claro está ¬¬

Un montón de besos enormisísimos, y mucho ánimo con la Uni!