martes, octubre 9

(Esperando)

Para mí, el otoño era una estación que transcurría sin pena ni gloria, confundiéndose desde sus inicios con el largo invierno que dominaba mi tierra la gran mayor parte del año. Pero a sus ojos, aquella época fugaz de tonos cobrizos, dorados y marrones tenía un romanticismo mágico que escapaba a mi comprensión. Aquel paisaje melancólico de nubes presumidas observándose en los charcos y árboles amantes dejándose desnudar por el viento le hacía olvidarse un poco de la guerra, le recordaba al hogar de su niñez y por unos minutos, lograba hacerla sentir libre de nuevo. Aunque no fuera cierto. Se subía al balcón de la ventana y canturreaba para sí las mismas melodías que la habían arrullado de niña, en la cama, cuando el golpeteo de la lluvia tamborileaba con fuerza sobre el tejado.
Yo era su torre, su refugio, pero ella nunca acudía a mí a no ser que se lo ordenaran. Y al cerrar mis brazos a su alrededor estos no era más que una cárcel dentro de otra cárcel. El humo de las casas quemadas, de las cosechas ardiendo y de los cadáveres incinerados rondaba nuestra morada como una maldición incansable, y de vez en cuando conseguía colarse a través de una rendija, de una grieta o de un mal sueño. En esas noches ni siquiera mi cuerpo le servía de escudo y se pasaba las horas llorando en silencio, derramando lágrimas suficientes para apagar las hogueras enemigas, de un bando y de otro. Pero por desgracia las lágrimas no sabían andar solas y ella no podía abandonarme. Ni mis palabras ni mi aliento la reconfortaban, y en cuanto se veía liberada de mi abrazo escapaba a la ventana para contar las hojas caídas y a esperar las primeras estrellas. Vivía sus días cantando, lamentándose y presa.
Esperando.

[Imagen por Sha-H]

2 comentarios:

Simon_Lagann dijo...

Que bien que hayas vuelto a escribir ^__^

Shadow dijo...

¿Cómo puede serle a nadie indiferente el otoño? Ese estallido de ocres, dorados y naranjas, la lluvia y el olor a tierra mojada...
Jo, me encanta que vuelvas y me traigas esta tristeza tan poderosa, pero a pesar de todo echo de menos Iasade. No te confundas, me encantan tus palabras, pero es que últimamente estás tan ocupada y yo estoy tan enganchado... *-*
Besos gigantérrimos para ti también, y mucho tiempo libre para poder pasarte por aquí más a menudo, que se te echa de menos :)