lunes, enero 24

Confesión ajena 1

No sé quién de los dos quemaba más, pero yo sentía el fuego subir desde mis entrañas y trepar por mis cuerdas vocales, lo sentía derramarse entre mis piernas tatuando mis muslos con huellas incandescentes. Mis ojos no eran ojos sino brasas, mi aliento te mordía la nuca con los colmillos ardientes de un depredador y mis manos eran trampas para deseos al rojo vivo.
No lo soporto más. Las llamas anidan, como golondrinas estivales, en mis labios. La sangre me bulle y me derrite la piel, despojándome del cascarón epidérmico de alma, que ahora es la cabeza de un fulgurante cometa que rasguea el universo con su estela roja, naranja y blanca. El placer hace hervir mi juicio, convirtiéndolo en un ciego delirio enfebrecido que a gritos presagia la estremecedora cuenta atrás para la explosión.
No lo puedo soportar...
Ya no soy yo, ni soy tú, ni sé quién quema más o si nos quemamos por igual.
Me alzo, me levanto como sol en cenit sobre el cielo, como lengua de fuego que devora, que consume, que se consume... que abriga, como una hoguera en la medianoche de una playa, pero desenfrenada, rápida, cada vez más rápida, prisionera de esta dulce locura que me hace chillar, a punto de llorar, que me hace sentir en la boca el sabor de mi propia sangre, o quizá de la tuya, o la de ambos, que me cambia y acelera el pulso, que me deja jadeante justo en el segundo previo e inminente ¡a la explosión!

(Fotografía por Chema Madoz)

3 comentarios:

bixitoluminoso dijo...

precioso y pasional

Shadow dijo...

Vaya, en pleno invierno y has conseguido que entre en calor. ¡Bra-vo!
Hablando en serio, me encanta el texto. Tu modo de describir es simplemente perfecto (ojo, que el de narrar no se queda atrás, no "malinterpretations"), a ver cuándo nos trasladas de vuelta a las vacaciones, me da igual veraniegas o invernales.

Me alegro de que hayas vuelto por estos mundos, ya empezaba a echarte de menos. Pero si estabas ocupada, y sigues estándolo con los exámenes, entonces no te recriminaré nada, sino todo lo contrario: a estudiar y a esforzarse al máximo :)

Un besazo enorme

Adler dijo...

No se cómo lo haces para encontrar esas palabras que describen a la perfección y te hacen meterte en el relato tan bien.
Impresionante.